Cielo eterno, fugaz estrella (SOLO Anna & Roxas)

- ¿Que necesitas ver para creerme? - Mis ojos se clavaron en los suyos fijamente.

Me quite uno de mis guantes negros, dejando ver un anillo dorado con un rubi en el centro, extendi mi brazo para que pudiera verlo mejor.

- Te parece que.. ¿Si fuera un simple estudiante podria permitirme todo esto? - Dije intentando convencerla de mis palabras.

Suspire.

- Esta bien, es vuestra decisión el no creerme y la respeto... - Mire de nuevo el reloj y sonrei, aunque en el fondo estaba un poco trise por que ella no creyera en mis palabras.

- Oh, no pasa nada... Es solo que espero a alguien... - Comenze a cortar un poco de tarta de chocolate, que tenia un aspecto delicioso todo hay que decirlo. Le ofreci un trozo.

- Deberias tomar fuerzas para luego.

Asenti con la cabeza y me heche un poco para atras observando el firmamento.

- ¿Que me dirias si pudiera hacer todos tus sueños realidad? - Aunque parecia embobado en el fondo estaba muy atento en su respuesta.

Rei un poco. Volvi a mirar el reloj para ver que ya era la hora.

- ¿Preparada?

Me levante de la silla para caminar hasta el borde de la torre. Le extendi el brazo a la joven para que me siguiera. Las nubes se iban disipando poco a poco.

- Ven.. Esta apunto de llegar el invitado especial.

- Esto puede sorprenderte - Agarre su mano con fuerza.

Las nubes desaparecieron totalmente del cielo dejando ver en frente nuestra una gigantesca y brillante luna, si tuviera que decir cuando media diria que eran 1/3 de la extensión del instituto. Esa misma luna nos alumbraba con una intensidad que incluso pareciera el mismisimo sol.

- Si no tenemos cuidado se nos caera encima. - Dije bromeando.

- Preferiria una escultura tuya... Sin duda seria mucha mas hermosa... - Gire mi rostro para verla, quede hipnotizado por aquella hermosura natural que deprendia y diria que mucho mas con la luz de la luna resaltando su belleza.

- ¿Opacaros a vos? No sois consciente de lo que decis... Una sublima obra de arte es lo que sois - Acaricie su rostro con suavidad con el reverso de mi mano.

- Te equivocas... Ningun chico en su sano juicio te rechazaria... Y es por eso que en este momento - Respire profundamente para seguir hablando con mas tranquilidad, aunque me quede callado y con los ojos cerrados durante varios varios segundos. Me arrodille ante ella cojiendo su mano con delicadeza.

- En este momento, bajo el resplandor de la luna llena y el cielo estrellado - Extendi mi capa pudiendo sacar de mi bolsillo una cajita - Os pido... - Abri la cajita mostrando un bello anillo de oro con lo que parecia un diamante en el centro. - Que seais mi prometida... - La mire desde abajo con los ojos entreabiertos mostrandole una profunda mirada, esperaba su respuesta con atención.