Dormitorio de Roxas (SOLO Roxas y Anna)

Habia llegado alli por medio de un hechizo de teleportación, llevaba a Anna en brazos, se encontraba fatal asi que la tumbe en mi cama mientras buscaba algo por los armarios.

La habitación estaba a oscuras como de costumbre, con las cortinas hechadas y solo con varias antorchas dandonos luz.

- Mi habitación - añadi veloz mientras la miraba algo preocupado.

- No debi haberlo mencionado, deberia haberme callado. - Mire hacia abajo triste.

Me acerque hacia ella y junte mi rostro al suyo.

- Sabes que eso no estaria bien, ella ha elegido su camino...

La sonrei mientras miraba atentamente sus ojos.

- No tema... Su hermana estara bien cuando vuelva a verla.

La oscuridad y la luz de las antorchas le daban un toque siniestro a Anna.

- Sabes... Con esta tenue luz estas mas bella que antes - Le acaricie sus rosadas mejillas

Comenze a pasar mis manos por sus caderas, estas estaban bien curvadas.

- Y estas curvas... Sin duda teneis un cuerpo escultural y eso que aun no os he visto en vuestra totalidad...

Respire profundamente.

- OS DESEO

Comenze a mordisquearle la orejita.

- La pregunta es... ¿Que os dice vuestro corazon de mi? - La mire con ojos viperinos.

- No puedo trataros de otra forma.. Los Dioses estan por encima de los humanos corrientes y vos sois una Diosa en todos los sentidos.

Me arrodille ante ella.

- Perdone mis ofensas... Como asi yo perdono a los que me ofenden.

Le dificultaba no hablar de esa manera a una mujer como ella, para su desgracia desde joven le inculcaron que a los Dioses se les debia tratar con sumo respeto.

- Un Dios es la maxima expresion del cuerpo y el alma... Algo que con solo verlo notas una esencia especial en el aire, de tranquilidad y de terror al misma tiempo. Vos me producis esa sensación, por ello se que estoy ante un ser especial.

Respire hondo captando el dulce aroma que producia.

Le miré extrañada,pero sonriendo.
-¿Entonces tu serías un dios?-me maldecí miles de veces a mí misma por bocazas,el no necesitaba saber eso.

Me sorprendi por sus palabras.

- ¿Yo un Dios? Seria un sueño hecho realidad... si. Asi podria gobernar a vuestro lado sin complejos de inferioridad. Sin embargo, los Dioses no sueñan, no lo necesitan, todo esta a su alcance. A vos que puede tenerlo todo por ese simple hecho, seria una osadia de mi parte pedirle su amor...

- Gaaaaaa, ¡eso dueleee!

Comenze a reirme, me habia hecho mucha gracia ese acto suyo.

- Lo intentare pero no prometo nada, me educaron asi tia - Se me escapo el "tia"

- Esta bien... Quisiera PEDIRTE TU amor... - Las palabras subrayadas le costo mucho pronunciarlas, pareciera como si le estuviera dando un infarto al decirlas.

- Me gustan las mujeres con caracter y una chica guapa como tu no puede ser mala. - Parecia que se hiba acostumbrando pero aun le costaba un poco, muestra de ello era que apretaba fuertemente el lado izquierdo de su pecho.